domingo, 8 de julio de 2012

POEMAS de Tiempos de otros


Sólo nos queda tu nombre



 Nunca supe de dónde llegaban las luciérnagas

acarreando migajas de astros hasta el infinito de tus manos



Tampoco imaginé que tus dedos diminutos

breves como el instante de la muerte

jugaran a encarcelar su luz

a privarla de los mudables círculos de su libertad madura

de su resplandor de buganvilia



Pero es que éramos ingenuos en aquel tiempo

éramos inocentes ante la oscuridad

ante los velados murales de la selva en que nos repetíamos a diario



Tu frente errátil

perdida en el asombro de mis ojos



Tu rostro iluminado  tibio

era semejante al rostro de los ángeles



                                     *





El día que moriste

bastó a mi madre un solo grito

para acabar con el silencio posible a los oídos del mundo

Hubo de pronto una fisura

un resquebrajamiento en las miradas  y todos encanecimos

todos amanecimos con un enigma humedeciéndonos los labios

todos de esa mañana en adelante despertamos incompletos



A veces pienso que los sueños son recuerdos

pero ese día no hubo recuerdos para olvidar tu muerte

los sueños fueron buscando su propia imagen 

por los resbaladizos caminos de la nada

y nos dejaste solamente con tu nombre Jocaveth

solos con el mineral sosegado de tu nombre



*





Amanecemos

no sé por qué historias separados

Un proyectil de luz redime las plazas

como a una sepultura intacta

La calle detiene en su palma

todo el escándalo posible para arrullar el mundo

la calle y su llaga incurable de asfalto

donde alguien grita mi nombre

como si yo acabara de morir

                                       *



Hoy el mineral te nombra

pronuncia tu gravedad

se enciende al golpe de tu huella



Hoy es el día en que el mineral

se asoma y recoge tu nombre


No hay comentarios:

Publicar un comentario