lunes, 9 de julio de 2012

POEMAS de La blancura imantada


No espero a nadie,

pero insisto en que alguien tiene que llegar.

José Lezama Lima



EN DOMINGO

achicamos el pozo abandonado

porque el domingo es el quicio de las puertas

donde aletea mariposa huérfana la luz

 porque en domingo era más fácil encontrar

el diminuto ojo de agua que nos miraba oscuramente

desde nuestra sed

 Sacamos fango

botellas  palos

una llanta de bicicleta

escombros  un zapato

y cuando al fin llegamos al ojo

descubrimos el mayor brillo

jubiloso del domingo

 El pozo se llenó de agua nueva

y estoy seguro de que allá abajo

en el ojo de agua sonámbula

rumorea nuestra infancia

desde un escondite en la memoria

  *

 LLUEVE EN EL POZO

y se tiende la mar como una luz irreverente

llegan también los ritos

el ejercicio del agua

en su terquedad de alisar los arrecifes

de lograr la tersura

que invoque la caricia

 Ante mis ojos

hay briznas en la murmuración del aire

y un mar extraviado  errante

es la criatura del asombro

que busca nuestro amparo

y el vértigo del agua

es el grito más libre de una casa

con sus vanidosos juegos irrepetibles

por eso se levanta el agua

para buscar los techos

canta como un perdido

llama como un desesperado

que desea la garganta de su origen

 Cuando de la intemperie

la soledad llueve a torrentes

el hombre busca una casa

   *

 HAY UNA MARIPOSA NEGRA DENTRO DE LA SALA

Alguien vendrá hoy a visitarnos

 El camellón viene desde la carretera

bordeado de flamboyanes

hay entre ellos un árbol de nance esparciendo aromas

que enternecen la mirada vacía

y hacen desplegar los párpados del visitante

 La figura de mi abuelo en su silla ante la puerta

es un apunte preciso de Chagall de un viejo que aguarda

Y alguien vendrá desde la incertidumbre

desde la vitrina de espejismos desterrados

saldrá en su caparazón desde el limo y la bruma corroído

Alguien como el espantapájaros meneado por el aire

y en la suma del aire cercenando la angustia

Alguien tal vez que en este instante

besa con el amor más antiguo

los labios de alguien que duerme

o que llora

o que ríe

o que reza 

o que vela

o que agoniza en una cama pestilente

desvestido al fin de todo

 Yo desgrano maíz

en un canasto que no llenaré nunca

y también pienso que alguien vendrá sereno y terso

como la hoja desprendida de un árbol

tocado por el rayo

Alguien niño

recogiendo el aroma del nance

en la blancura imantada de su encanto

con brincos y gritos sobre el puente de la tarde

o alguien que llegará con alguien

que se oculta entre la noche

la noche que es alguien

que mató al día

en que tuvimos que ir a dormirnos

a soñar con la visitación

  *

EL CORAZÓN ESTÁ ENCOGIDO Y A OSCURAS

inmóvil en el escombro como una rata disecada

no avanza  no hay temblor alguno

 Refleja el tiempo su cara informe en la ruta de la sangre

y el ojo tiende una fina hilera de transeúntes memoriosos

 El ojo contempla  atrae los pasillos hacia la luz

El corazón no se mueve en la penumbra

El ojo es ventana espléndida

mar hallado por una mano terrena entre la lluvia

 una mano que lo alumbra

lo despierta y le convida una amante

 Pero también es la casa

que ahora encuentra en un montón de piedras

como palabra desarmada

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