Las pertenencias del nombre
no importa la
sílaba o la vocal
lo que nos
empuja al mundo es la palabra
marcados de por
vida con el hierro al rojo vivo de los nombres
faro parabrisas piedra bahía polvo
nos conformamos
con las transformaciones de la palabra
el verso crea su
propio remolino
nos conduce
nos obliga a
caer hacia ningún fondo
a sumirnos
inevitablemente sin llegar nunca
*
Poco a poco se
abren las compuertas de la tempestad
y es imposible
cerrarlas
Noche y día
sentimos muy cerca respirar la lluvia
palpamos el
diluvio viniendo desde adentro
hacia la
periferia de las cosas
un como mirar y
no mirar las ánimas del agua
El viento cesa
en las sepulturas
y se platica en
silencio sus andanzas
se sabe el más
olvidado de los solitarios
y es
inconsolable su llanto
conocerás el
llanto de la soledad
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